viernes, 30 de abril de 2010

EL SENTIMIENTO TRÁGICO DE LA VIDA

En el año de gracia de 1912, en Salamanca, escribía Don Miguel de Unamuno: "Del sentimiento trágico de la vida", y decía al lector: "espero que mientras dure nuestra tragedia, en algún entreacto, volvamos a encontrarnos y nos reconozcamos". Dice también, que lo verdaderamente real para el hombre de carne y hueso es lo irracional.
Esa forma de decirlo, me llamó la atención, en tanto hablaba de lo no palpable o medible, incluso lo llega a denominar inconsciente, en el sentido de no consciente, es decir como adjetivación del hecho.
Sabemos desde Freud, que lo supuestamente ilógico en verdad, nos muestra otro procesamiento, también lógico, que llama inconsciente, no como atributo sino como una instancia de producción psíquica, que trabaja junto al preconsciente y la consciencia, un discurso único y múltiple a la vez.
Freud nos presenta un nuevo nivel de objetividad, al transformar una concepción filosófica de la realidad, donde lo real está precisamente en la supuesta irrealidad del discurso de un sujeto. Y trabajando el relato, por ejemplo de un sueño o de una supuesta relación sexual o de una desaveniencia amorosa cualquiera, con el método psicoanalítico, se modifica la realidad, teniendo en cuenta algo fundamental: no se puede hacer coincidir el relato con la realidad, ni lo que se dice con lo que se siente ni piensa, algo piensa más allá de nuestra conciencia. Hay deseos en nosotros que desconocemos y nos gobiernan.
Por lo tanto la interpretación psicoanalítica produce a un sujeto y sus realidades.
Para subvertir el sentimiento trágico, aconseja Unamuno, acertadamente creo, escribir para quebrantar la fe- en la conciencia o en la ideología-, de unos y de otros, de terceros, la fe en la afirmación y en la abstención. Escribir, para combatir a los que se resignan, sea a una religión o un conocimiento, al racionalismo o al agnosticismo; hacer que vivan todos inquietos y anhelantes.
El sentimiento trágico, acontece por la presencia de la muerte y de una tragedia íntima, análoga a la del alma de Don Quijote, que nos muestra magistralmente, la expresión de una lucha entre lo que el mundo es, según la razón de la ciencia nos lo presenta, o según la fe de nuestra religión nos lo dice y, lo que queremos que sea.
Estos principios, en el fondo, no son lógicos, ni estéticos, ni morales, sino económicos, en el doble sentido de economía política y sexual, trascendentes o filosóficos y con esos prismas se juzga la realidad.
Revisar estas cuestiones, comienza entonces, en un trabajo sobre cada uno, sin más anestésicos que el goce de dicho trabajo. Lo más aconsejable es sobre un diván, descubriendo el valor de la palabra y no resignarnos a lo que el mundo, aparentemente nos ofrece y sus presuntas verdades, según soplan los vientos.

viernes, 16 de abril de 2010

VENAS TERRESTRES

Es fundamental
que pueda escribir
mi cuerpo,
lazo de seda
que conduce
al sabor de tu piel.

Así, viajo,
hechizado
por la vehemencia
de nubes,
en instantes inolvidables.

Llego,
a fuerza de besos,
mutaciones
de vidas cambiantes,
a la velocidad
de filtros mágicos
que hacen posible,
más allá de promesas,
nuestras caricias
en la noche de los abrazos.

Es importante,
para mí,
dirigir los pies
por la senda
del nácar de lo imprevisto
en perfumes
que licuan tiempos,
mareas,
plantas océanicas.

Busco
rastros marinos,
ramificados
en el lecho de la magnolia atemporal.

Es imprescindible
partir del andén
de nuevos días.

Sostener
la insistencia en los desvaríos
y la comunión de la belleza,
una canción indeleble
en venas terrestres,
ligadas al olvido
en una larga avenida
de madreselvas en flor.

sábado, 3 de abril de 2010

CALLES DE ESPAÑA

Entre el roce de mi piel
y la caoba silenciosa,
encuentro hojas
mirándome, atónitas,
desde un cristal,
voces interminables.

He visto
el don de nombrar
flores luminosas
en las íntimas
tierras de Castilla.

Perpetuos,
fertiles desencuentros,
en leyendas y mutaciones
de la luna, que no cicatriza
en presencia
de un poema entero,
en mitad de un pueblo,
del campo y mi barrio.

Las fronteras del sur
se convierten, entonces,
en vocales
más veloces
que consonantes,
esbeltas y ligeras,
cosmogonías cotidianas.

Orígenes secretos
aplacan vientos en laberintos
y el ansia
de generaciones de hermandades,
arrastra por calles de España
la buena voluntad
de dar sombra
a misterios
de muertes inalcanzables.

Enlaces númericos
me sumergen
en crepúsculos sin tiempo,
oscuros canjes.

Quiero decirte:
tal vez hubo error en la grafía
o en la rticulación
del sacro nombre,
pero recuerda:
es necesaria la poesía
para que la efigie
que hace tu hombre,
aprenda a hablar.